Aprender a ver la vida después de perderla de vista lo de victima no lo define.

La historia de Neftalí es un recordatorio profundo de que la adversidad puede derrumbarlo todo… o reconstruirnos desde cero. Tras crecer entre el trabajo temprano y las hidroeléctricas y la industria petrolera, su vida cambió abruptamente cuando una mina antipersonal lo dejó en total ceguera, truncando sueños personales y familiares . En medio del dolor, el rechazo inicial y la pérdida de confianza —sentimientos que él mismo describe como “creer que ya no valía la pena la vida”— comenzó un proceso lento de aceptación y reconstrucción interior .

Con el tiempo, Neftalí entendió que la rehabilitación no ocurre solo en los centros de apoyo, sino en la interacción con la familia y el entorno. Su mayor transformación llegó cuando decidió dejar de verse como víctima y empezar a convertir la adversidad en propósito, encontrando en la escuela de liderazgo YICA una nueva manera de comprender la discapacidad como corresponsabilidad social y oportunidad de crecimiento .

Hoy, su misión es clara: inspirar a otros desde la experiencia, enseñar que “crecer duele, pero también despierta”, y demostrar que la vida, incluso en la oscuridad, sigue ofreciendo ventanas de oportunidad para quien se acerca a ella sin miedo.

👉 Aquí puedes ver el video que acompaña su testimonio.

https://youtu.be/9f-bBqaL5qg